Toxina Botulínica
La Clave para un rostro más joven y relajado
La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox, es una neurotoxina purificada que se utiliza en pequeñas dosis para tratar diversas afecciones médicas y estéticas. En el ámbito estético, se ha convertido en un aliado fundamental para combatir las arrugas dinámicas y lograr un aspecto más juvenil y relajado.
¿Cómo funciona la toxina botulínica?
La toxina botulínica actúa bloqueando la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos, lo que provoca una relajación muscular temporal. De esta manera, se atenúan las líneas de expresión causadas por la contracción repetida de los músculos faciales.
Beneficios de la toxina botulínica
- Reducción de arrugas: Atenúa significativamente las arrugas del entrecejo, frente y patas de gallo.
- Elevación de las cejas: Proporciona un aspecto más abierto y juvenil.
- Tratamiento de la sudoración excesiva: Reduce la sudoración en axilas, manos y pies.
- Migrañas crónicas: Ayuda a disminuir la frecuencia e intensidad de las migrañas.
¿Cuáles son las áreas tratables?
La toxina botulínica se puede aplicar en diversas áreas del rostro, incluyendo:
- Entrecejo: Reduce las líneas verticales.
- Frente: Atenúa las líneas horizontales.
- Patas de gallo: Disminuye las arrugas alrededor de los ojos.
- Espejo nasal: Suaviza las líneas que se forman al sonreír.
- Mentón: Reduce el aspecto de "barba".
- Cuello: Atenúa las bandas platismales.