Si no te amas tú, tus arrugas tampoco te van a respetar
Vivimos con miedo a envejecer, pero el problema no son las arrugas… el verdadero problema es no amarte lo suficiente como para mirarte con ternura cuando empiezan a aparecer.
Porque si tú no te amas, tus arrugas tampoco te van a respetar.
Te lo explico claro:
Una arruga en una mujer que se ama es solo una línea de experiencia.
Pero una arruga en una mujer que se desprecia es una condena silenciosa cada vez que se mira al espejo.
Y no, esto no va de resignarse.
Va de sanar la relación contigo misma.
De entender que no necesitas ser perfecta para merecerte amor.
Ni estar estirada como un lienzo nuevo para ser bella.
Puedes hacerte tratamientos estéticos, claro que sí. Pero que sea desde el amor, no desde el odio hacia tu reflejo.
Porque cuando una mujer se ama de verdad, incluso sus arrugas tienen carácter.
Incluso su mirada cansada tiene historia.
Incluso sus manos marcadas tienen poesía.
Así que empieza por ahí, por quererte como eres hoy.
Y si luego quieres realzar tu belleza, estaré encantado de ayudarte.
Pero no vengas huyendo del espejo… ven a reconciliarte con él.
LIPOART – Clínica de Medicina Estética
San Vicente de Paúl 25, bajos
Whatsapp: 685 168 594